Managua.- Nicaragua permanece hoy consternada por la desaparición física del sacerdote y excanciller Miguel D’Escoto , cuyas honras fúnebres y acto solemne de homenaje se realizarán en la cancillería de la República.
D’Escoto Brockmann falleció la víspera a los 84 años tras una larga enfermedad, aunque de manera inesperada, según expresó la vicepresidenta Rosario Murillo al dar a conocer la noticia.
Luego de un exitoso procedimiento de recuperación de su salud, y de manera inesperada, el padre Miguel se despidió de todos nosotros y pasó a acompañarnos en el cumplimiento de las aspiraciones y los sueños de nuestro pueblo, puntualiza una nota de prensa del gobierno leída por Murillo.
Inmediatamente las expresiones de condolencias comenzaron a llegar desde diferentes partes del mundo, así como del territorio nacional.
“Tuvo una vida entera dedicada a servir al pueblo, servir a la gente y promover un estado de cosas en el mundo diferentes, lo hizo como canciller, lo hizo como presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas”, expresó en nombre de la comunidad universitaria Telémaco Talavera.
Talavera, presidente del Consejo Nacional de Universidades y asesor Presidencial para temas educativos, manifestó que Nicaragua se siente orgullosa de tener hijos como el padre Dâ€ÖEscoto, de quien -acotó- quedarán sus principios, legado y convicción, un estandarte de lucha, de vida y de paz.
“Sus principios y su legado son imperecederos, realmente esos principios pasan a la inmortalidad de un hombre extraordinario, el canciller de la paz, canciller de la dignidad”, subrayó.
Por otra parte, líderes religiosos católicos y evangélicos del país expresaron consternación por el lamentable fallecimiento y resaltaron la vocación de paz y justicia del padre Dâ€ÖEscoto.
En tanto, desde países como Ecuador, Venezuela, El Salvador y México, entre otros, así como de la Asamblea General de Naciones Unidas y personalidades mundiales llegaron mensajes de respeto, condolencias y dolor por el lamentable deceso.
Conocido como el canciller de la dignidad nacional, D’Escoto presidió la Asamblea General de Naciones Unidas entre 2008 y 2009.
Fue considerado un amigo entrañable de los pueblos del mundo, al defender temas cruciales para la humanidad como la paz, la seguridad, el desarrollo, la lucha contra el hambre y la pobreza.
Igualmente defendió en todas las tribunas a la Revolución Sandinista, la dignidad de Nicaragua, y apoyó causas como la liberación de los cinco antiterroristas cubanos y la independencia de Puerto Rico.
También llamó a la refundación de las Naciones Unidas y promovió el respeto a la Madre Tierra, entre otras causas justa que respaldó.